Técnica TAVI en el hospital San José mejora la calidad de vida de los pacientes cardiacos
En su búsqueda constante por mejorar sus procedimientos y disminuir sus tiempos de cirugía, la Unidad de Cardiología del Hospital San José ha implementado la técnica de implante transcatéter de la válvula aórtica (Transcater Aortic Valve Implantation, TAVI, por su sigla en inglés) para tratar la estenosis aórtica severa.
El implante percutáneo de válvulas aórticas es un procedimiento mínimamente invasivo que no necesita abrir el pecho del paciente y en muchos casos tampoco lleva anestesia general, realizándose solo con sedación. En el proceso se realiza una pequeña incisión en la arteria femoral (en la zona de la ingle), y mediante un catéter se introduce una nueva válvula cardíaca adentro de la válvula dañada anterior. Como no se trata de una intervención quirúrgica, la implantación de la válvula aórtica transcatéter o percutánea implica menos riesgos de complicaciones, una recuperación más rápida y la posibilidad de vivir más tiempo y mejor.
Durante el mes de junio se realizó por primera vez este procedimiento en el establecimiento, logrando un resultado que superó todas las expectativas. “La operación fue un éxito, porque era un paciente que estaba extremadamente limitado a someterse a una cirugía de recambio valvular, debido a sus enfermedades. Esta es la primera opción no quirúrgica que se soluciona en el interior del hospital”, indicó el Dr. José Miguel Puccio, cardiólogo del Hospital San José, quien destacó también el apoyo de la Dirección y de toda la comunidad hospitalaria “Todos lograron trabajar como un gran equipo y el resultado está a la vista, en un paciente que, si todo sigue bien, en dos días más estará tranquilo en su casa leyendo el diario”, agregó.
Esta tecnología, con su excelente hemodinámica, permite una función cardíaca mejorada que ayuda a muchos pacientes a reanudar su actividad previa a la estenosis aórtica. La válvula está diseñada con una estructura de nitinol autoexpandible, que adapta la válvula de sustitución al anillo nativo con una fuerza radial consistente e incluye una envoltura de tejido externa que aumenta el contacto superficial con la anatomía nativa para mejorar el sellado de la válvula.
Beneficios del procedimiento:
Anestesia local y sedación para confort del paciente.
El corazón bombea con normalidad, el paciente respira con autonomía.
Catéter a través de la arteria, normalmente en la ingle, pequeña incisión.
Válvula sustituida/procedimiento de 1 a 2 horas.
Hospitalización entre 3 y 5 días.
Aproximadamente 1 semana de recuperación.